Para el tercer trimestre del curso 20-21, con el grupo de 1º ESO C del IES Padre Manjón teníamos que leer la obra de teatro La zapatera prodigiosa de Federico García Lorca. Sin embargo, esta obra resulta un poco lejana para los jóvenes de la actualidad y por eso decidí darle un enfoque diferente. Aproveché para hacer una adaptación de la obra simplificándola, abreviándola y representándola en clase.
Por este motivo, reservé cada viernes que nos tocaba lectura el Salón de Actos para poder ir representando el papel y asignándolo teniendo en cuenta las preferencias de mi alumnado y aquellos que nos mostraban ninguna preferencia, qué papel les venía mejor.
En el caso de los papeles fundamentales, el propio autor, Federico García Lorca, sale presentándose al principio de la obra y avisando al público sobre su posible reacción ante la representación. Este papel lo interpretó Pablo Cañizares.
El papel de las zapateras, como era bastante extenso, lo representó en primer lugar Irene Ariza y también su amiga y compañera Jana Rodríguez.
El papel de las dos vecinas beatas lo eligieron los dos Marcos de la clase, es decir, Marco Haro y Marco Sanromán. Aquí vemos lo bien que eligieron el vestuario.
Otro rol fundamental en la obra es el del personaje del zapatero. En este caso hicieron lo mismo que con el de la zapatera: como el papel era más extenso se lo dividieron entre dos alumnos, Lucas Dezotti y Javier Morales.
Hay unos personajes centrales en la obra que formarían el coro de la misma, como son las vecinas del pueblo que crean todos los rumores en torno a la figura de la zapatera.
Cada una tenía un elemento identificativo y de un color, pues en lugar de tener nombre propio, se les llamaba Vecina Roja, Vecina Amarilla, etc.
El personaje del niño era fundamental en la obra, porque dentro de los vecinos es con el único que más tiempo habla la zapatera y es su confidente; así como el alcalde, que se fija siempre en la belleza de la zapatera y no ha tenido buena suerte en el amor por su carácter. Es quien aconseja de manera poco adecuada al zapatero, y es el que en las fotos aparece con un traje.
Por último, destacan los mozos de la obra de teatro, que van a beber a la casa del zapatero cuando este se disfraza, y estos los podemos ver a continuación.
Tengo que decir que en ningún momento me tuve que preocupar por el vestuario porque ello se hicieron cargo de todo, sobre todo Irene Ariza y Jana, que estaban muy entusiasmadas con la idea y además ayudaron también con el vestuario de los demás.
Hicieron un trabajo estupendo y aprendieron muchísimo sobre el teatro y cómo debe representarse, las siguientes fases hasta que se lleva a escena finalmente y mejoraron mucho su nota gracias a esta actividad tan completa.
Me encanta llevar a cabo este tipo de actividades con el alumnado de la ESO.
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