DENTRO DE MÍ: ENTREVISTA A PATRICIA GUARDIA, SU FUNDADORA
La entrada de hoy va en homenaje al proyecto Dentro de mí, en colaboración con la Asociación Española Contra el Cáncer. Le he hecho una entrevista a su fundadora, Patricia Guardia, para que sepamos de primera mano en qué consiste el proyecto. Merece mucho la pena y es muy significativo y conmovedor el mensaje que hay detrás.
Buenos días, Patricia. En primer lugar, te doy las gracias por concederme esta entrevista que tanto tiempo llevaba intentando poder hacerte por el interés que me ha generado tu proyecto.
1.-Me gustaría que nos
contases cómo nace el proyecto Dentro de mí.
Dentro de mí es un proyecto que nace en 2021, justo el año de la graduación de mi hija Patricia.
Estudiaba en Madrid Diseño de moda en el IED (Instituto Europeo de Diseño). La moda era su pasión, le faltaban horas al día para llevar sus trabajos a la perfección, incluso a la extenuación; pero la vida la sorprendió justo cuando había encontrado su camino, la amistad y el amor.
En segundo de carrera le diagnosticaron un linfoma y nos dejó con 20 años, tras cuatro meses de enfermedad, el 15 de junio de 2019, justo el día del cumpleaños de su padre.
Tras su fallecimiento entré en un desierto existencial, la vida para mí perdió todo su sentido, llegué a un territorio por el que jamás has transitado donde el dolor y el sufrimiento eran insoportables, solo me preocupaba una idea: SI ELLA ESTARÍA BIEN allí donde se encontrara. Empecé a escribirle cartas todos los días, a escuchar audiolibros sobre personas que habían estado en el umbral, como La muerte; Un amanecer, de Elisabeth Küber Ross, contacté con Anji Carmelo, doctora en metafísica y especialista en el tema del duelo. Escuchaba podcasts de psicología, como Entiende tu mente, estuve cruzándome emails con Rober Mengual, psicólogo de ETM y la psicóloga Patricia Ramírez; empecé a leer libros como El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl, El poder del Ahora, de Eckhart Tolle, La trampa de la felicidad, de Rus Harris, Dejar Ir, de Dr. David R. Hawkins, ect... Descubrí el Estoicismo a través de Epíteto y Marco Aurelio…, en una búsqueda incesante de explicaciones para encontrar la paz y la serenidad que tanto ansiaba.
Una herramienta me llevaba a otra y finalmente descubrí —a sugerencia de mi hermana gemela— a Alex Rovira. Formo parte de la Escuela Humanista Digital desde su fundación en pleno confinamiento con el Curso de la Buena Suerte, Buenas relaciones, Desarrollo integral y Club de la Transformación. Pertenecer a la escuela ha sido una de las herramientas más potentes con las que he contado para poder transitar por las distintas etapas del duelo: negación, ira, la tristeza hasta llegar a la aceptación y al agradecimiento de lo vivido durante 20 años con mi hija.
Lo más duro fue aceptar que se había ido, había muerto y de momento no volvería a verla más. En ese momento experimenté un vacío enorme, incluso durante varias semanas me encontré físicamente mal, o muy mal, perdí súbitamente peso, tuve problemas de tensión arterial. Toqué fondo, estaba hundida en un pozo.
Pero un día, mi amiga Macu me dijo: «Esa camiseta que llevas puesta… ¿el maniquí es de Patricia?» —Le contesté: «No, los maniquíes de Patricilla son mucho más bonitos» —y me dijo— «¿No te has planteado hacer camisetas?». Ahí empecé a darle vueltas al Proyecto.
Este hecho unido a frases que para mí han sido reveladoras —Buda decía «que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional»; el psicólogo Antoni Bolinches expresa que «el sufrimiento puede ser estéril o productivo»— me hicieron despertar y, de pronto, lo vi todo claro. Tenía dos opciones: o quedarme en el victimismo «¡ay, pobre de mí! No me merezco lo que me ha pasado, mi hija era muy joven…» O hacer algo para salir del pozo en que me encontraba, y qué mejor salida que darle VIDA al Trabajo de Fin de grado de mi hija justo el año de su graduación. Y así surgió la idea de Dentro de mí.
2.- ¿Por qué decides
ponerle el nombre “Dentro de mí”?
Como te puedes imaginar
los cuatro meses de hospital fueron horribles: todo empezó con una tos. Nos
llamó el 10 de febrero de 2019: «mamá, me han ingresado porque parece que tengo
neumonía». Simplemente con esa llamada nos cambió la vida en un instante: incertidumbre
ante el diagnostico, largas horas esperando resultados, intervenciones quirúrgicas,
colocación de prótesis, sometimiento a la quimio con las secuelas que la quimio
deja, paradas cardíacas, un mes sedada en la UCI…..Jamás se quejó.
Pero yo quiero resaltar
lo bueno, las conversaciones que mantenía con ella en sus largas noches de insomnio,
que las tengo clavadas en el alma. Me contaba lo feliz que era en la Resi —donde
se había integrado perfectamente— sus amigos, los trabajos que tenía que
presentar, su Proyecto Balenciaga que estaba terminando, y yo la animé a que
fuera pensando en el tema de lo que sería su TFG. Me decía —«Mamá, pero si me
quedan dos años»— Yo la animaba porque
yo estaba convencida que esto iba a ser un paréntesis en su vida y también le
aconsejaba que sería bueno expresar por escrito cómo se sentía.
El 29 de abril de 2019
empezó a escribir: «Quizás escribir no sea lo mío, pero quiero expresar lo que
hay DENTRO DE MI».
En esa carta trascribió cómo
se sentía, cómo estaba afrontando la enfermedad, lo fuerte que se encontraba y
al final, la pasión que tenía por la moda y lo que quería investigar,
convirtiéndose en su carta póstuma
Esta es la razón del
nombre.
3.- ¿Estás tú sola dentro
del proyecto o qué otras personas estáis detrás?
Evidentemente no estoy
sola, somos un equipo. Yo soy la cara visible, la que divulga, pero detrás de mí
está, por supuesto, mi marido, que tiene toda la infraestructura necesaria para
llevarlo a cabo: fábrica textil, aporta ideas, elige los tejidos y ahora ha
diseñado las toallas y la mochila a juego. Y una serie de personas que, con
todo el amor y cariño del mundo, me están ayudando: Fran traslada los dibujos
de Patricia del ordenador al tejido; Sonia diseña, da la orden de corte y
controla los tejidos; Victoria confecciona los pañuelos, vestidos y las toallas;
Sara me ayuda con los diseños para presentar los productos y los envíos online;
Ana y Gloria con el tema contable; mi hija Alba que me ayuda con las redes
sociales, etc., sin olvidar a todas las personas que con su colaboración están
contribuyendo a que este proyecto se expanda.
4.-¿Cuánto tiempo te ha
llevado el crear la idea y empezar con los pañuelos? ¿Qué simboliza cada
estampado de los pañuelos?
Desde que surgió la idea
hasta ver el resultado del final transcurrieron unos nueve meses. Nuestro objetivo es que estuvieran listos más
o menos para la graduación de mi hija, a la que asistimos en streaming el 30 de
junio de 2021 y la venta se inició en septiembre de 2021.
La idea de trasladar los
dibujos de mi hija al tejido solo era una posibilidad cuya viabilidad había que
comprobar, valorar y madurar.
Para ello, le entregué a
Fran —amigo de la familia y de mi hija— todos sus trabajos en papel y en
ordenador, lo estudió y me dijo: «podemos hacer lo que quieras porque los
dibujos están tan bien hechos que podemos trasladarlos al tejido».
Luego, por deformación
profesional, pensé «deberíamos proteger sus dibujos». Ella era muy celosa de su
trabajo, y surgió la idea de registrar su marca.
Registrada la marca,
empezamos a hacer pruebas de camisetas, pero la verdad es que no me decían nada.
Además, siempre le pido consejo a mi hija y me dejo llevar y no lo veía nada
claro. Mi marido sugirió la idea de los pañuelos muy acertadamente. A la vista
está el éxito que han tenido. Escogimos entre sus dibujos tres acuarelas y las
trasformamos en los pañuelos que actualmente tenemos: Brisa, Acuarela y Flores.
Los presentamos como a
ella le hubiera gustad: papel reciclado, un sobre que fue idea de Sara, con una
tarjeta dentro con el texto de su carta de 29 de abril y un dibujo tal y como
ella misma se veía en su enfermedad y que nos dejó para la posteridad.
5.- La imagen que puede
considerarse el logo de este proyecto, ¿qué significado tiene?
De nuevo acudí a Fran
para diseñar el logo y poder registrar la marca. Lo primero que me preguntó: «¿qué
tipo de letra le gustaba a Patricia?» —y le dije —«Ni idea, pero lo que sí tengo claro
es que su signo de identidad era dibujar los maniquíes con una sola pestaña». Era tan
perfeccionista que como no le salían los dos ojos iguales —al menos bajo su
percepción— lo suplía con una sola pestaña dibujada en la cara.
Cuando me trajo el logo,
lo vi claro: había recortado la cabeza a uno de sus maniquíes de uno de sus
trabajos; en concreto, la Historia de la Indumentaria y lo rodeó con las letras
DENTRO. DE. MÍ.
6.- Aunque ahora te
emociones al contar todo lo que significa este proyecto, entiendo que no ha
sido fácil el llegar adonde ahora te encuentras. ¿Cómo has conseguido contar
con tranquilidad lo que significa este proyecto y sentirte mejor contigo misma?
Este Proyecto en los
pocos meses que llevamos, apenas 10 meses, ha sido tremendamente gratificante:
no solo ha servido para salir del pozo en el que me encontraba; para que mi
hija esté presente en el corazón de mucha gente; para que con lo obtenido
podamos ayudar a la investigación, prevención del cáncer y ayuda a las familias;
sino también, para inspirar a muchísimas personas y hacerlas reflexionar sobre su existencia.
El Proyecto Dentro de
mí ha supuesto un soplo de aire fresco en mi vida, se ha convertido en mi
verdadero propósito. Me ha permitido salir del laberinto donde me encontraba
haciendo alquimia de mi dolor, honrando la memoria de mi hija, culminado su
proyecto, dándole sentido a mi camino con amor y creatividad. Me ha abierto las
puertas a una nueva realidad, he encontrado a personas bondadosas, empáticas,
humildes, generosas que llenan y acarician el alma. He aprendido a acoger el
dolor con naturalidad, porque la vida es soberana y no me ha quedado más
remedio que bajar la cabeza y aceptar. Escuché decir «oponerse a la vida es
sufrimiento, asentir a la vida es bienestar». Esta experiencia me ha abierto
las puertas a la liberación emocional, me ha generado un aprendizaje profundo y
transformador, aceptación y gratitud que me ha elevado. Soy otra persona y vivo
de otra manera: he dejado de dar importancia a cosas que realmente no la tienen.
Lo que me moviliza es divulgar el proyecto de mi hija, que la conozca mucha
gente y ayudar a los demás. Mi herida siempre estará abierta, pero gracias a esa
herida es como puedo conectar y empatizar más con los demás.
7.- ¿Qué consejos le
darías a alguien que esté sufriendo una pérdida a causa de esta enfermedad, por
desgracia, tan habitual en la actualidad?
No le puedo dar consejos
a nadie, somos tres en la familia y cada uno lo hemos llevado de forma
diferente.
Solo puedo contar mi
experiencia personal y las herramientas que he utilizado para poder sobrevivir
a esta catástrofe vital. Creo, bajo
mi humilde punto de vista, que lo más
difícil es hacerle cara al dolor, y lo más fácil quedarse en la postura de víctima.
Llevo tres años
reflexionando, estudiando, leyendo y meditando todos los días.
Es importante aprender a
transitar por las emociones y no quedarse enquistada en ellas.
Hay días que me invade
una profunda tristeza, es normal, la vivo y al día siguiente me siento mejor.
Quiero tanto a mis hijas
Alba y Patricia, a mi marido, a mi madre, a mi hermana…, que por nada del mundo
quiero verlos sufrir y he llegado a la conclusión de que si yo estoy bien,
ellos también.
Amor incondicional antes
jamás había experimentado.
8.- ¿Por qué crees que es
importante que los ciudadanos colaboren en proyectos como este y en
asociaciones como la Asociación Española Contra el Cáncer?
Cuando pensé en mi
Proyecto siempre pensé en destinar lo que obtuviera a un fin solidario. Tenía
todo el sentido hacerlo para poder mitigar en la medida de lo posible y pensé
en destinarlo a la investigación de la enfermedad que se ha llevado a mi hija.
Cuando estaba dándole
forma, mi amiga Macu, la que me dio la idea de la camiseta, me dijo: «mi prima
está dentro de la AECC, ¿quieres que te dé su teléfono?»
La llamé y en ese momento
no sabía que lo estaba haciendo a la Junta Provincial de la AECC en Melilla.
Hoy puedo decir que la llamada no pudo ser más providencial.
Se llama Ana, es una
persona admirable, sinceramente no sé de dónde saca tanta energía. Ella me informó
del funcionamiento de la asociación, de los proyectos de investigación y
prevención que tiene en marcha, así como la ayuda a familiares y enfermos. Nos
preparó en septiembre de 2021 una cena benéfica en Melilla con todas las
autoridades y para mí fue una noche mágica, y el 1 de octubre de este año nos
van a hacer un homenaje por nuestra colaboración. Es genial.
También me entrevisté en
Madrid con la Directora económica y financiera de la AECC y lo vi super claro:
se trata de una organización consolidada, los fondos realmente se destinan a
esos tres frentes. Es una organización con mucho peso, que ha influido mucho en
los gobiernos para que la prevención e investigación se instale de manera generalizada en los hospitales.
Me encanta una frase de
Teresa de Calcuta que va perfecta con mi proyecto: «No siempre se pueden hacer
grandes cosas, pero sí pequeñas con gran amor».
Muchas gracias por
haberme dedicado parte de tu tiempo y por haber contribuido a que la sociedad
sea un poquito mejor con la colaboración en proyectos con un significado tan
importante como el tuyo. Gracias de verdad.
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