RUTA LITERARIA "LA ALHAMBRA EXTRAMUROS DE WASHINGTON IRVING"



 Tras haber trabajado el Romanticismo con 4º ESO, y como actividad complementaria al no encontrarse en el libro de texto que utilizamos, decidí trabajar la figura de Washington Irving, tan importante en la cultura de Granada y por su relato romántico Los cuentos de la Alhambra. Además, mientras tanto decidí organizar desde el Departamento de Lengua del IES El Chaparil una ruta literaria por Granada por los lugares que recorrió el autor. 

Del autor sabemos que nació en Nueva York, casi diez años después de la Independencia americana, es uno de los primeros escritores de su país en el tiempo y en popularidad. Como historiador, es quizá el prototipo de historiador romántico. Fue gran admirador de Walter Scott, cosmopolita, viajero infatigable, y confunde la historia con la leyenda. 

Además, él fue el primero en dar a conocer para sus compatriotas los horizontes históricos de nuestro país. Su etapa de contacto español, como ya he dicho antes, se cierra con un libro redactado e impreso en 1832: The Alhambra: a series of tales and sketches of the Moors and Spaniards, divulgado en su lengua original y en las versiones con el título universal de Cuentos de la Alhambra. La técnica romántica se esforzaba en presentar como contraste a las dos religiones en pugna constante bajo las arquerías de la Alhambra. 

Después de Irving vendrían viajeros franceses, ingleses, italianos, que no dejarían de quedarse anonadados ante la belleza de los alcázares. 

Después de un relato de viaje desde Sevilla, atravesando la cadena de vegas cerradas del Genil, las hoyas abundantes de Antequera y Loja, el autor se pone en contacto con el mundo actual de la Alhambra. Irving no inventa las leyendas que nos narra. Todas han sido recogidas de boca de los vecinos de la Alhambra. Mateo, escudero, guía y asiduo del escritor es también historiógrafo. 

Las tradiciones locales son justificadas por Irving con intuiciones y atisbos sobre el tradicionalismo literario. El pueblo español tiene, según él, una tendencia oriental hacia los cuentos. Esta "tradición analfabeta" florece en torno a la Alhambra. Las leyendas no dejan de tener un fondo más o menos histórico. Irving se excusa de su inverosimilitud, ya que el marco de todos sus relatos, la Alhambra, es por sí un palacio encantado y encantador, poetizador al mismo tiempo. 

Esta breve introducción es la que di a conocer a mis alumnos para introducirlos en la figura  del autor, y leímos parte de algunas de los cuentos de la Alhambra, como El Truhan, cuyo comienzo es el siguiente: 

    Ha ocurrido un pequeño incidente en la Alhambra, que ha venido a ensombrecer el alegre rostro de Dolores. Siente esta joven una femenina inclinación por los animales domésticos de toda clase, y como consecuencia de su muy bondadoso carácter, llenó uno de los ruinosos patios del palacio con los que son sus preferidos. Un arrogante pavo real y su hembra, parece como que ejercen aquí su soberanía sobre vistosos gallipavos, cacareadoras gallinas de Guinea y una caterva de gallos y gallinas comunes. La gran delicia de Dolores, sin embargo, ha sido, durante algún tiempo, un par de pichones que ya han entrado en el sagrado estado del matrimonio y que han venido a sustituir en el cariño de la muchacha a una gata romana con sus gatitos.

A modo de vivienda, y para que en ella empezasen su vida de familia, les había arreglado Dolores una pequeña estancia junto a la cocina, cuya ventana daba a uno de los silenciosos patios moriscos. Allí anidaban los felices palomos, sin conocer otro mundo que el patio y los relucientes tejados llenos de sol; nunca se atrevieron a remontarse por encima de las murallas o irse a lo alto de las torres. Sus virtuosas nupcias se vieron al fin premiadas por dos huevecillos, blancos como la leche, que hicieron saltar de alegría a la cariñosa muchacha. Nada más digno de admiración que la ejemplar conducta del joven matrimonio en aquella ocasión tan interesante; se turnaron en el nido hasta que salieron los polluelos, y mientras la implume prole necesitó calor y abrigo, uno se quedaba en casa y el otro salía fuera en busca de alimento, volviendo al nido con abundantes provisiones.

Este cuadro de felicidad conyugal se alteró con un contratiempo. Una mañana temprano, cuando Dolores daba de comer al pichón macho, sintió el capricho de enseñarle el gran mundo. Para ello, abrió una ventana que da al valle del río Darro y lo lanzó fuera de las murallas de la Alhambra. Por primera vez en su vida tuvo la inexperta avecilla que hacer uso de todo el vigor de sus alas. Voló hacia el valle y, alzándose después con un vuelo, se remontó casi hasta las nubes. Nunca había subido a tanta altura ni gozado de las delicias de volar; y como un joven manirroto que se encuentra en su elemento, parecía aturdido por el exceso de libertad y con el infinito campo de acción desplegado ante él. Durante todo el día estuvo dando vueltas, en caprichosos vuelos, de torre en torre y de árbol en árbol. Inútiles resultaron las tentativas para cogerlo, sembrando de trigo los tejados; parecía que se había olvidado de su nido, de su tierna compañera y de sus hijuelos. Aumentó la inquietud de Dolores al ver que su pichón se había reunido con dos palomas ladronas, que tienen la habilidad de atraer a su nido los pichones de otro palomar. El prófugo —a semejanza de muchos jóvenes inexpertos en su primera salida al mundo— parecía muy fascinado con estos astutos y malvados compañeros, que se habían encargado de enseñarle a vivir y de presentarlo en sociedad. Voló con ellos sobre todos los tejados y campanarios de Granada. Estalló una pequeña tormenta sobre la ciudad y, a pesar de ello, no volvía a su hogar el fugitivo; se hizo de noche, y tampoco aparecía. Para agravar la situación, el pichón hembra, luego de permanecer varias horas en el nido sin ser relevado, salió por último en busca de su desleal compañero; pero estuvo tanto tiempo fuera, que uno de los polluelos murió, falto del calor y amparo del cariño materno. A última hora de la noche, se avisó a Dolores que el truhán del pájaro había sido visto en una de las torres del Generalife. [...]

Sin embargo, por la forma en que están escritos los cuentos y al estar poco habituado mi alumnado, antes de que se aburrieran, preferí complementarlo con la visualización de los cuentos de la Alhambra en forma de película, que se encuentra en TVE1, cuyo enlace es el siguiente: 

Los cuentos de la Alhambra en película

Tras esto, el martes 21 de diciembre nos dispusimos a coger el autobús para realizar la ruta literaria. Llegamos a las 10 a la Plaza Mariana Pineda, donde nos encontramos con los guías turísticos y fuimos hasta Plaza Nueva, donde empezaría nuestra visita. Allí repartieron a cada alumno un cuadernillo para ir completándolo durante la visita. 




Como íbamos 48 alumnos y 3 profesoras además de los dos guías turísticos, dividimos el grupo en dos y mi compañera Carmen y yo nos fuimos con Noelia, la guía de Ciempies, la asociación que lleva a cabo estas rutas literarias tan recomendables. Conforme nos íbamos adentrando en los bosques de la Alhambra, nos íbamos parando también para que la guía nos fuera contando lo más importante del paso del escritor por este lugar tan mágico y también íbamos leyendo algunos pasajes de su obra. 






Fuimos recorriendo toda la Alhambra Extramuros y apuntando los lugares emblemáticos para recordarlos. 

Al mismo tiempo, nos íbamos deteniendo para leer el cuento de "El astrólogo árabe" o "La rosa de la Alhambra". 


Y, por supuesto, el alumnado no paraba de hacerse fotos y también hacer un recorrido para ejercitarse a través de las famosas cuestas de la Alhambra. 





Para finalizar la visita, cuando llegamos al paseo de los Tristes, nos sentamos y se lanzaron dos dados que tenían palabras. A partir de la mezcla de palabras seleccionadas tenían que crear una leyenda. Los alumnos más creativos, como Noa Núñez de 4º ESO B, se pusieron manos a la obra muy entusiasmados. 




 También hubo alumnos que en lugar de escribir una leyenda, prefirieron un poema. 


La verdad es que fue una visita muy enriquecedora, salieron del centro, conocieron Granada y un poquito más de Washington Irving, además de divertirse. Espero que la hayan disfrutado tanto como la he disfrutado yo. Así despedimos el trimestre en 4ºESO. ¡Feliz 2022!

Y dado que fue una forma saludable de aprender más sobre el Romanticismo, la incluyo en el Programa Forma Joven de Hábitos de Vida Saludable. 



Comentarios

  1. Promocionar la lectura entre adolescentes es facilitar la posibilidad de viajar a otros mundos, y abrir la mente a otras vivencias. Enhorabuena por intentarlo cada día con esa ilusión. 😘

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